Una Nutricionista Renal puede ayudarte a vivir mejor y por más tiempo
Vivir con enfermedad renal crónica (ERC) implica hacer cambios importantes en la forma de alimentarse.
No se trata solo de “comer sano”, sino de ajustar tu dieta a las necesidades específicas de tus riñones.
En este contexto, contar con una nutricionista renal puede marcar una gran diferencia en tu tratamiento y en tu calidad de vida.

¿Cuáles son las tareas que desarrolla una nutricionista renal?
Las principales funciones de una nutricionista renal incluyen:
Evaluación del estado nutricional del paciente mediante antropometría, bioquímica y análisis dietético.
Diseño de planes de alimentación personalizados que consideren las necesidades individuales y el estadio de la ERC.
Educación nutricional para el paciente y su familia, promoviendo hábitos alimentarios saludables y sostenibles.
Monitoreo y ajuste del plan alimentario según la evolución clínica y los resultados de laboratorio.
Colaboración interdisciplinaria con nefrólogos, enfermeras y otros profesionales de la salud para un manejo integral del paciente.

Estas tareas son fundamentales para prevenir complicaciones y mejorar los resultados clínicos en pacientes con enfermedad renal.
¿Cuáles son los beneficios de tratarse con una Nutricionista Renal?
Recibir atención de una nutricionista renal especializada ofrece múltiples beneficios:
Planes de alimentación personalizados que se ajustan a las necesidades y preferencias del paciente.
Prevención de complicaciones asociadas a desequilibrios nutricionales y metabólicos.
Mejora en la calidad de vida al reducir síntomas como fatiga, edema y malestar gastrointestinal.
Educación continua que empodera al paciente para tomar decisiones informadas sobre su alimentación.
Reducción de hospitalizaciones y retraso en la progresión hacia etapas más avanzadas de la enfermedad.

Estos beneficios contribuyen a un manejo más efectivo y sostenible de la enfermedad renal crónica.