Para prevenir la enfermedad renal crónica, es importante mantener un peso saludable y hacer actividad física al menos 3 veces por semana. Dejar de fumar también ayuda, ya que el tabaco daña los riñones. Las personas con diabetes deben mantenerla bien controlada, porque si no, hay riesgo de dañar los riñones con el tiempo. Lo mismo pasa con la presión alta: controlarla reduce el riesgo. No se deben tomar medicamentos sin receta, especialmente antiinflamatorios, porque pueden afectar la función de los riñones. Ante síntomas o si uno tiene diabetes o presión alta, es clave consultar al médico y pedir exámenes como la creatinina y albúmina en la orina. Así se puede detectar a tiempo cualquier problema y recibir tratamiento oportuno.